Cuando hacemos en casa fideos o pasta en general, sea que usemos una máquina o decidamos hacer el trabajo a mano, tratamos siempre de dejar "ya lista" una o dos porciones extra para la próxima vez. El problema aparece cuando la masa que hacemos tiene huevos y no nos fiamos del proceso de secado a temperatura ambiente que funciona muy bien con las recetas de pasta hechas con agua y harina.
IMPORTANTE:
Los fideos deben ser congelados en porciones. No congeles toda la pasta junta a menos que vayas a cocinarla toda a la vez.
La temperatura del congelador debe estar siempre bajo 0°C., recuerda que la masa contiene huevo.
Nunca descongeles los fideos antes de usarlos porque se te van a pegar. Échalos congelados al agua salada hirviendo.
Si no vas a usar la pasta que acabas de hacer, ponla a congelar inmediatamente en porciones y sin cubrir. Una vez que veas que está dura (congelada), la pones dentro de una bolsa para alimentos y la dejas nuevamente en el congelador hasta que la necesites.
Como referencia: yo congelo mi pasta y fideos en general a -18°C. y se mantienen en óptimas condiciones y sin problemas por 30 días. Es posible que se puedan congelar por más tiempo, pero en mi casa es difícil hacer esta prueba, sobretodo cuando se trata de pasta fresca: no llega al mes porque la consumimos .
Aquí te dejo el paso a paso para que puedas conservar tu pasta fresca al huevo, sin peligro de intoxicación y puedas tener algunas porciones preparadas y listas para comer en tu refri.